domingo, 7 de mayo de 2017
Mitos y verdades del amor
Desde que somos chicos nos mienten con un montón de cosas, nos dicen nuestros padres que debemos hacer y que no para conquistar mujeres. Bueno, sépanlo, todas esas cosas son falsas. Todo lo que leíste, aprendiste, viste en Internet o similar es completamente falso. No es cierto que las mujeres busquen ni a machos alfa, ni a tipos de barbas imponentes, ni tampoco a hombres adinerados con un buen auto, trabajo y mucho dinero. En general, la experiencia a mí me enseñó que las mujeres suelen sentirse muy atraídas por hombres a los cuales no pueden alcanzar, a señores para los cuales ellas no les importan, mucho más allá de cuán rudos, barbones o adinerados sean. Lo que parece ser que atrae, es que seas alguien que no demuestre ni el menor interés en tu pareja, ni tampoco la más mínima muestra real de afecto, porque cuando demostrás algún interés o te convertís en alguien afectuoso, suelen despreciarte y cambiarte por alguien que sea como ellas quieren, alguien a quien le tengan que estar "Muy encima" para que les de un beso o les demuestre cariño. Por lo que yo "Aprendí", ser afectuoso y atento con las mujeres, no les gusta. De echo, la razón porque la que siempre me recharazon fue por esa, ya que yo nunca pude ser desatento ni "Falto de interés". Como dije en mi primer artículo subido a este blog, si tengo esposa es más por la piedad de Dios que por el mérito propio y encima, para colmo, una pareja a la que le importo tanto que si me muriese delante de ella, no derramaría ni una sola lágrima. Durante toda mi vida, cuando busqué y rebusqué el amor, escuché consejos, me metí a sitios de Internet, tuve largas horas de chat, me hice el lindo, el simpático, el adinerado, gasté fortunas en ropa a la moda, me dejé y me saqué: La barba y el bigote miles de veces. Tuve el pelo largo, usé sombreros, boinas, ropa elegante, ropa de moda y hasta hice ridículas combinaciones imitando a los maniquíes de las casas de ropa. Envidié (Y envidio) a miles de tipos que caminan con esa seguridad aunque tengan los pantalones desgarrados y la cara de un mandril enfermo de sífilis. Me puse calzados incomdísimos, ropa que no me queda, mezclé estilos, formas, colores. Me corté el pelo de mil maneras, vi decenas de videos en Internet, seguí consejos de agoreros y hasta de mujeres que "Querían ayudarme". Todo eso que hice no hizo más que conducirme a una sola cosa, al más rotundo y completo fracaso. Jamás ninguna mujer aceptó salir conmigo, jamás aceptó ninguna invitación y cuando podía concretar algo, eran con mujeres que buscaban que yo les pagara entradas a discotecas o bien, tragos caros en algún bar. Lucí relojes que simulaban ser caros y hasta alguna ocasional cadena enchapada en oro para que creyeran que tenía dinero. De nada sirve cuando se nota a la legua que sos un perdedor sin remedio. De todo lo que hice, jamás pude hacer lo esencial, que es ser "Indiferente" con las mujeres, que parece ser que es lo que más las atrae, según la opinión de tantos y tantos consejeros con los que me he tropezado a lo largo de mi vida. Desde escuchar músicas que no me gustaban ni por casualidad hasta pasearme por zonas costosas o bares elegantes en las madrugadas, todo menos ser indiferente. Se me hace una ironía que jamás he tenido suerte por algo tan elemental como "No ser demostrativo", "Callarme la boca", "No revelar toda la información". A veces me pregunto si no es una broma de mal gusto tener la lengua tan larga y el ánimo tan chico. Hay días en los que en verdad me pregunto si mi problema no viene de alguna maldición familiar o simplemente, de mi propia estupidez humana. Nunca tuve éxito con las mujeres, sólo espero que mi esposa el día que nos casamos y ella decidió irse a festejar a otro lado, no haya sido a "Otro lado" con "Otro hombre". Gracias por leerme.
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